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Alguien más se lo puede preguntar

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Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

¿Cómo hacemos para soportar, resistir, aguantar tanto?

Programa emitido en abril de 2003

So-portar… llevar por debajo…

¿Qué llevamos, los seres humanos, por debajo?

Dice el Dr. Freud

Ninguna otra pulsión debió soportar desde la niñez tan grande sofocación como la pulsión sexual en sus innúmeros componentes y ninguna otra dejó tras sí tantos ni tan fuertes deseos inconscientes…

Debajo… llevamos, por debajo, deseo reprimidos, esos que nos harían sentir culpables si se manifestaran libremente, esos que hablarían de nuestras pasiones gestadas en días y noches de fantasías alentadas y luego… so-metidas. Metidas debajo, allí, donde el iceberg muestra su desnudez más cálida… y más temida.

Entrenados en entierros, soportamos… como un modo de cuidar nuestra historia personal, creyendo, religiosamente, que un cobarde vivo sirve para otra guerra, esa, que no se piensa pelear nunca. Porque pelearla es ir más allá de la propia historia.

Freud nos dice:

Estos deseos siempre alertas, por así decir inmortales, de nuestro inconsciente, que recuerdan a los titanes de la saga sepultados desde los tiempos primordiales bajo las pesadas masas rocosas que una vez les arrojaron los dioses triunfantes y que todavía ahora, de tiempo en tiempo, son sacudidos por las convulsiones de sus miembros; estos deseos que se encuentran en estado de represión, decía, son ellos mismos de procedencia infantil, como nos lo ha enseñado el estudio psicológico de las neurosis.

Estas pulsiones, tan fuertes, amenazan todo el tiempo con su irrupción, cual Vesuvio, candente volcán, imposible de ser a-callado. Para continuar semi-vivos debemos saber callar y olvidar, acunados en nuestros síntomas.

Nos dice Lacan, en La Carta Robada:

Los personajes desempeñan, pues, su papel. Hay un personaje que tiembla, la reina. Su función es no poder temblar más allá de cierto límite. Si temblara apenas un poquito más, si el reflejo del lago que ella representa -porque ella es la única que de verdad tiene plena conciencia de la escena- se removiera algo más, dejaría de ser la reina, sería alguien completamente ridículo, y ya ni siquiera podríamos soportar la crueldad terminal… Pero la reina no dice esta boca es mía.

Verdad a la vista, sin ser mirada, los seres humanos soportan la pesada carga de ser-para-el-otro.

Las vertientes de la resistencia…
Acción y efecto de resistir.
Causa que se opone a la acción de una fuerza.
Fuerza que se opone al movimiento de una máquina.
Dificultad que opone un conductor al paso de la corriente eléctrica.
En la Segunda Guerra Mundial, movimiento de patriotas que, en la clandestinidad, se oponían al régimen de Hitler.
Sinónimos: Oposición. Rebeldía. Firmeza. Aguante.
Antónimos: Debilidad. Pasividad.
Resistir… oponerse un cuerpo o una fuerza a la acción violenta de otra.
Repugnar, contrariar. Tolerar, aguantar. Combatir las pasiones, deseos, etc.
Bregar, forcejear. Rechazar, repeler. Tomado del latín ‘resistere’, derivado de ‘sistere’: ‘colocar, tenerse’.
De todas, el 'retener' llama nuestra atención. Retener el impulso, retener la reacción…

Resistir…

Tal vez, en un sentido, el máximo ejemplo del doblegar… del torcer encorvando… del hacer a uno que desista de un propósito y se preste a otro. Tal vez, en otro, la mejor manera de no ceder ante el propio deseo. ¿Cuál es, entonces, el sentido que le hacemos adquirir en estos tiempos?

Ante la posibilidad de hacer verbo que mantenga la dignidad, se presenta la versión de oponerse a ella. Y, la dignidad, es cosa seria. De allí parte nuestra mirada, nuestro gesto, nuestra palabra de ser.

Sin ella no somos… avasallados por la conformidad, conformamos un ejército de inútiles energías vueltas en contra. En contra de nosotros, a favor del enemigo… y, el enemigo, siempre quiere vernos muertos. Entonces, retomando… ¿cómo soportamos, resistimos, aguantamos tanto?

No, no soportamos, ya estamos medio muertos… Sometidos a los distintos cuentos del tío (y, en una asociación menos libre, a la del cuento del Tío Sam), hacemos fachada de decencia y profundidad de humillación. No, no aguantamos… Como únicos animales que simulan que simulan, somos semblante obligado del deseo del otro.

Porque resistir… resistir debe ser otra cosa…

Cuando pierda todas las partidas,
cuando duerma con la soledad,
cuando se me pierdan las salidas
y la noche no me deje en paz.

Cuando sienta miedo del silencio,
cuando cueste mantenerse en pie,
cuando se rebelen los recuerdos
y me pongan contra la pared.

Resistiré erguido frente a todo,
me volveré de hierro para endurecer la piel
y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.

Resistiré para seguir viviendo,
soportaré los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré!

Cuando el mundo pierda toda magia,
cuando mi enemigo sea yo,
cuando me apuñalen la nostalgia
y no reconozca ni mi voz.

Cuando me amenace la locura,
cuando en mi moneda salga cruz,
cuando el diablo pase la factura
o si alguna vez me faltas tú.

Resistiré para seguir viviendo,
soportaré los golpes y jamás me rendiré
y aunque los sueños se me rompan en pedazos
resistiré, resistiré!

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