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Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Flores de Tamarindo

Programa emitido en marzo de 2003

Tiempo de guerrear con la guerra…

Dice F. Dostoievski:

La realidad es inconmovible, dos más dos es cuatro, pero nadie me negará que cinco es encantador.

Desde el espejo Celta de los tiempos, nos llega un poema:

Lillium

Muchacha sensible la dama del lirio
convoca las brisas sutiles del tiempo
flotando el cabello, cantándole al cielo
recuerda sus sueños, la tribu, el destierro.

Morada de hadas, rumor de los pétalos
ha visto de lejos un hombre sonriendo,
acerca sus pasos, aparta su miedo
el hombre la espera adelante, muy quieto.

La dama percibe sobre él un halo,
tan bello, tan alto, tan príncipe galo;
la dama ya sabe por qué se han hallado
la dama ya sabe que se ha enamorado.

El joven se acerca con flores en la mano
las ofrece a la dama, el gesto indicado
se disipa la bruma, el viento está calmo
el campo se cubre con rocío plateado.

No hay más que decirse, ni nada pendiente
se toman las manos, se van caminando
(pequeños milagros suceden a diario).

Hoy, multicolor…

suceden a diario
pequeños milagros
milagros pequeños
misterio perlado
entraña
inocencia
pequeño milagro
milagro… milagro
susurro de aurora
blanco… blanco
jacinto lluvioso
horcajada plumosa
vértebra del cielo
cúpula de ángeles
celeste bestial
antorcha marfil
latigazo de amianto.

Deseante
raja la madera de tus manos
este otoño palpitante.

Hoy, roja…

El tiempo encalma
encalma
suceso de sucesos
sucesos
devasta la acción
acción

en calma, sucesos, acción…

Hoy, gris…

Veintisiete… y mujeres!

Mujer de manos de seda…
Mujer de boca de nácar…
Mujer en puntitas de pie…
Mujer haciendo garabatos…
Mujer de letra pequeñita…
Mujer de ojos grandes…
Mujer papel glasé…
Mujer mágica…
Mujer de cuerpo creciente…
Mujer de remolinos…
Mujer con interrogantes…
Mujer color de sal…
Mujer ganancia de pérdida…
Mujer de decisiones…
Mujer sensual…
Mujer de ley…
Mujer de errancia…
Mujer de trigo…
Mujer escrita…
Mujer búsqueda…
Mujer en el amor…
Mujer real…
Mujer mixtura con canto…
Mujer reparadora…
Mujer de cuerpo curvo…
Mujer de profesión…
Mujer hallHADA…

Hoy, lila…

Las Flores de Tamarindo invitan a las Escuelas del Azar…Y, desde las voces del grupo autodenominado "El Hortazgo", más poesía…

El Escarabajo del Estiércol vagabundea en el Museo de Cera. Recorre los salones sin saber que sabe que no sabe. De aquí para allá anda repitiendo la lección. Su corazón no siente que lo ven unos ojos que no ven. Es la versión de la inversión. Tan rápido como no puede llega a la Biblioteca. Allí los libros no están escritos, su lectura lo entretiene. La inercia del páramo lo detiene hacia abajo ahora y hacia arriba después. El agua seca llena un río que alguna vez puede ser. Cae en ascensión al tiempo de la gran expansión fuera del espacio. El péndulo no existe.

El Escarabajo del Desierto se hospeda bajo las arenas. La inmensa playa de escorpiones está infestada de aguas vivas. Quietas las dunas viajan. Las manos del viento las vuelven niñas a voluntad. Sobre esas olas naufraga la vegetación. La vida debajo asoma en un tiempo reptil. El calor premia el escondite y escapa la satisfacción. No hay refugio para el peligro. Allí todo espacio es inmediato. Sucede. La luz huye a la isla del Septentrión. La noche hace sonar su cascabel.

El Escarabajo de Oro rige los designios de lo que fue, es y será. En el vórtice, entre el exterior y el interior, arde el caldero de las invenciones. Las aguas perimetrales recorren los cuatro puntos basales. El año la imita. Alto, medio y bajo, el cenit gravita la geometría de su pueblo. Desde su dominio baraja los elementos que vierte hacia el norte, tierra, ígnea seducción. Allí la madera es víbora, león, águila y toro. Simultanea alternancia de los arcanos de la creación. La imantada inmovilidad piramidal nueve las cosas hacia si, origen propulsor. En esta tabla el escriba de arcilla ha contado.

Hoy, trípti-color…

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