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Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Una noche con la paz

Programa emitido en febrero de 2003

Alguien escribe:

Ommm, es necesario el equilibrio. No es aceptable, para nuestro confort, el hecho de muchas variaciones, cambios o movimientos. Si nos quedamos quietos, tal vez sea más fácil. Nada intenso que nos desacomode los huesos en este mundo, de por sí, tan difícil. ¿Qué necesidad podemos tener de accionar tanto contra las incomodidades? Si nos podemos acomodar. Tal vez, un poquito más ajustados, pero, acomodados al fin. Comprenderán, no es impensable, vivimos tranquilos, somos gente de paz, no perjudicamos a nadie, y seguiremos así. Bueno, puede ser que se estén poniendo pequeños los lugares donde debemos albergarnos todos, pero... es sólo temporario, de todos modos, es otro el que decide, él nos dice qué debemos hacer. No nos parece justo, pero igual, es mejor que cualquier otra variante. Ya nos decía el abuelo, callar y sonreír, ese es el modo. Así se vive mejor, no hay que cuestionar lo establecido.

Pasaron meses, años... nos fuimos achicando, nos fuimos ubicando en espacios cada vez más pequeños, cada vez más salvajes... muertes cada vez más prematuras, hambre, dolor, miseria, mugre. Pero... ya saben como es, el exterior es un reflejo del interior. En el interior, cada vez menos lugar. El sujeto... con menos espacio, más desvitalizado, más pequeño... prefiere las pesadillas a las revoluciones. Al proyectar sobre el exterior su mundo interno, ese tan poco vital, el mundo externo es aplastado por el sujeto.

El hombre intenta huir de la propia vida. Zafar es, auditivamente, anagrama de farsa... farsa que no sostiene la vida. El reinado de las drogas para zafar, pastillas que permiten no sentir dolor, dormir, no enterarse, esto es, adicción a la paz. Paz-pas, pas-pados... como los bebés, pedimos aún más calma”

Anónimo

Soportar la vida es, y será siempre, el deber primero de todos los vivientes. La ilusión pierde todo valor cuando nos lo estorba. Recordamos la antigua sentencia si vis pacem, para bellum. Si quieres conservar la paz, prepárate para la guerra. Sería de actualidad modificarlo así: si vis vitam, para morten. Si quieres soportar la vida, prepárate para la muerte.

Así dice Freud, en su texto “Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte”.
Parece mentira... actualidad en 1915, actualidad en el 2003... 88 años no hacen diferencia para algunas cosas... sobre todo, si de humanas se trata.

Así, esta noche que convoca a la paz, diremos, entonces de la vida. Atendiendo, naturalmente, a lo que más la estorba, la muerte. Esa muerte cotidiana que lleva a dejar para mañana lo que el deseo pide hoy. A olvidar ciertos ideales porque la sociedad no los valora. A ceder ante convicciones que, parece, van perdiendo peso con el tiempo. Así, con ese modo ladino y oscuro, la muerte hace su aparición, ofreciendo tranquilidad y restando belleza.

Es sabido que la ética y la estética van de la mano. También, es sabido, que dan mucho trabajo, tanto la una como la otra. Por ello, otro modo en que la muerte presenta su plato es: llevándonos al abandono del trabajo. Lo fácil, lo de pocas vueltas y pocos principios es la oferta del mercado del día. Así, entonces, aquella belleza que ofrecían, otrora, distintas construcciones, que llevaban meses de dedicación a los artistas, hoy, se reducen a ese texto que se vanagloria de vaya a saber qué... lo marginal, lo que con un trazo se llama moderno...

Ya lo dijo Wilde...

Nada tan peligroso como ser demasiado moderno. Corre uno el riesgo de quedarse súbitamente anticuado.

Entonces, por seguir con cuestiones de actualidad... vivamos. Aunque ello dé tanto trabajo que nos canse el haberlo hecho... Pero, también, es sabido... cansarse de hacer algo trae más rédito que el no hacerlo. Es más, el no hacerlo trae arrepentimiento... Y de ello no hay retorno.

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