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Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Noche libre

Programa emitido en junio de 2003

Hoy, la libertad de la noche, nos con–voca, extra–ordinarios decires…

En Los Cornudos del Viejo Arte Moderno, Salvador Dalí cita cuatro ejemplos de dicha cornudez:

  1. Has sido engañado por la fealdad.
  2. Has sido engañado por lo moderno.
  3. Has sido engañado por la técnica.
  4. Has sido engañado por lo abstracto.

Aragón nos dice: ¡Cuánto arribismo para arribar a tan poco!
Bretón responde: ¡Cuánta inteligencia para tan insignificante decadencia!
Eluard continúa: ¡Cuánta confusión para permanecer puro!
Salvador Dalí agrega: El deseo erótico es la ruina de las estéticas intelectualistas. Allí donde se extingue la Venus de la Lógica se anuncia la Venus del mal gusto, la Venus del Abrigo de Piel bajo el signo de la única belleza, la de las reales agitaciones vitales y materialistas. –La belleza no es más que la cantidad de conciencia de nuestras perversiones –.
Bretón dijo: La belleza será convulsiva o no será. La nueva era surrealista del canibalismo de los objetos justifica igualmente esta conclusión. ¡La belleza será comestible o no será!
Y Dalí: … no te empeñes en ser moderno. Es la única cosa que, por desgracia, hagas lo que hagas, no podrás dejar de ser.

Desde mi infancia, tengo una viciosa manera de ser que hace que me considere distinto al común de los mortales. Es algo que dura todavía, y sigue dándome buenos resultados.

Hoy, ciertos recortes de reflejos sin-sentido…

Se despide un genio

Gabriel García Márquez se ha retirado de la vida pública por razones de salud: cáncer linfático. Ahora, parece, es cada vez más grave. Ha enviado una carta de despedida a sus amigos y, gracias a Internet, está siendo difundida.

Se recomienda su lectura porque es verdaderamente conmovedora.

Aquí, entonces, este corto texto escrito por uno de los Latinoamericanos más brillantes de los últimos tiempos:

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera. Posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo. Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan. Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma. A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo. Siempre di lo que sientes y haz lo que piensas.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma. Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles lo siento, perdóname, por favor, gracias y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos. Demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

Reflejos…

Dice, Quevedo, en Desde la torre,

Retirado en la paz de estos desiertos / con pocos, pero doctos libros juntos, / vivo en conversación con los difuntos / y escucho con mis ojos a los muertos…

Re-flexiones…

Cada vez estoy más convencida de que la vida debe transitarse de pie, erguida. Lástima que la gente tenga la indignidad de enfermar y morir tan a des-tiempo. Hay modos que hablan, allí, donde las palabras murieron antes de haber nacido. El síntoma, allí se halla, ante un ser mudo.

Cáncer… cer-can, encierran… los deseos. O podrían c-nacer… y, si saben nacer, ¿por qué no lo hacen? Linfático… ¿Será un linfoma? Un fin-malo, para un grande? Alguien que jugó con la magia, que creció con ella, pero no le creyó…

Fiel a sus textos, anuncia su muerte… con una crónica afección, que lo a-queja. No será para él, ni para mí, que lo leo, un ‘Buendía’, porque ‘cien años de soledad’ hicieron un sistema inmune que no sirve para defenderse… ni de sí mismo.

Hoy, abraza los dientes, el negro rutilante del final… Una tormenta que escampa, abriendo manos de acariciar la tierra, mojando mejillas… Una tormenta que alerta, señalando un vuelto inesperado, un vuelto de no volver… Una tormenta que escampa, un sol que amenaza…

Hoy, a-roja la flor, la roj(a)…

Flores de Tamarindo

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