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Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Elegimos tomar un café para hablar de lo que elegimos…

Programa emitido en mayo de 2003

Dice Jacques Lacan:

Las primeras elecciones identiticatorias del niño, elecciones inocentes, no determinan otra cosa, en efecto… que esa locura, gracias a la cual el hombre se cree un hombre.

Freud nos ha dejado saber acerca de cierto punto de partida… Elección de objeto: Acto de elegir a una persona o un tipo de persona como objeto de amor. Se distingue una elección de objeto infantil y una elección de objeto puberal; la primera marca el camino para la segunda.

Según Freud, la elección de objeto se efectúa según dos modalidades principales: el tipo de elección de objeto por apoyo y el tipo de elección de objeto narcisista. Freud introdujo la expresión elección de objeto en los Tres ensayos sobre la teoría de la sexualidad (Drei Abhandlungen zur Sexualtheorie, 1905); ha seguido siendo de uso corriente en psicoanálisis.

Objeto debe tomarse aquí en el sentido de objeto de amor. En cuanto a la palabra elección, no debe tomarse en un sentido intelectualista (elección entre diversas posibilidades igualmente presentes)… Evoca lo que puede existir de irreversible y determinante en la elección por el sujeto, en un momento decisivo de su historia, de su tipo de objeto amoroso. En los Tres ensayos Freud habla también de Objektfindung (descubrimiento o hallazgo del objeto). Observemos que la expresión elección de objeto se emplea para designar, ora la elección de una persona determinada (ejemplo: su elección de objeto recae sobre su padre)…

Y, aquí, haremos un alto. Un padre… del estado, un jefe de esa gran familia que es el país… Podríamos arriesgar cierta conclusión, no precipitada, sin duda… En función del tipo de padre que se desea (y bajo las condiciones del que se haya tenido) es que se eligen los gobernantes.

Gobernantes-padres, amorosos, firmes… gobernantes-padres que hacen la vista gorda para con las travesuras de sus hijos… gobernantes-padres desentendidos de sus hijos… Y, así, cada uno podrá pensar qué tipo de función pide al soberano… Llegados a esta fecha, en que las supuestas opciones se ven reducidas a una, las características propuestas dan la medida de lo que este pueblo de niños demanda…

Como psicoanalistas, la lectura de la dimensión significante de aquello que se presenta con fuerza y que hace efecto, es una total decepción…

Si pudiéramos seguir a Freud en la manera de resolver tal situación: La decepción ante la ausencia de la satisfacción esperada motivó luego el abandono de esta tentativa de satisfacción por medio de alucinaciones, y para sustituirla tuvo que decidirse el aparato psíquico a representar las circunstancias reales del mundo exterior y tender a su modificación real. Con ello quedó introducido un nuevo principio de la actividad psíquica. No se representaba ya lo agradable, sino lo real, aunque fuese desagradable. Esta introducción del principio de la realidad trajo consigo consecuencias importantísimas…

Y, para leer la realidad sin alucinarla, el estímulo de alguna lúcida letra que describe un cierto interés en que la con-fusión mantenga reunidos a aquellos que no pueden distinguirse. A lo que podríamos agregar… la fusión de destinos siempre emparejará para abajo

Un proverbio chino dice:

El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.

En todo caso, decimos, con Freud, que hay algo que no va, a partir del momento en que las cosas se encadenan de tal manera. Algo no va… Es aquí donde cabe elegir el camino. No es fácil, porque no estamos allí lo suficientemente más lejos, que en el punto en que, siempre, estuvimos.

Así dice Lacan, y continúa: Entonces se tiene la elección entre dos cosas, o que yo los deje ahí, con esta afirmación bruta en la mano: la intervención del padre, la propongo, y pretendo que por ahí todo puede ser resuelto como siendo esto: sustitución de un significante a otro significante…

Elegir es un término que no debería ser aplicable a cualquier función… porque nos llevaría a la de-función, seguramente. Para elegir habría que entender que, si somos el deseo del Otro, las opciones no son nuestras. Para saber algo de nuestro deseo, habría que hacer crecer al niño que nos habita -aceptando que cuando se es adulto se pueden hacer cosas distintas de las que se hacían siendo pequeño-. Este Otro, primordial, al que respondemos, puede encontrarse oculto detrás de cualquier rostro… esa proyección nos empequeñece y tiene una ineludible consecuencia: nos hace sentir la necesidad del calorcito de la masa para no tener tanto miedo. Decidir conlleva angustia. Es cosa seria… como deberían ser las todas cosas. Elegir debería ser cosa de adultos, no de edades.

No es por casualidad que, al tener que justificar al nivel de nuestra experiencia el término vel de la alienación, los dos sostenes más evidentes que se nos han aparecido hayan sido estas dos elecciones que, en su formulación estructuran, una, la posición del esclavo, la otra, la del amo. En el esclavo, dado que su elección es entre la libertad o la vida, se resuelve en no hay libertad sin la vida, quedando la vida para siempre desmochada de libertad. Y al examinar las cosas con una mirada que llevaría más lejos, verán que la alienación del amo se estructura exactamente de la misma manera. Pues si Hegel nos indica que el estatuto del amo se instaura en la lucha a muerte por puro prestigio, se debe a que el amo también constituye su alienación fundamental al hacer pasar su elección por la muerte.

Tal vez, sea hora de reflexionar…

Dice Platón que dijo Sócrates:

Si yo me hubiera dedicado a la política. ¡Oh atenienses!, hubiera perecido hace mucho tiempo y no hubiese hecho ningún bien ni a vosotros ni a mí mismo.

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