Contacto: Sede Belgrano. 11 de Septiembre 1071, Capital Federal. 011 4776 2797 | Sede Vicente López 011 152 459 0079

Unite a nuestro Facebook

© 2024

Opus

Departamento de cultura y eventos

Talum

Galería de arte de la Fundación CEP

Galería de arte de la Fundación CEP

Galería Marcel Duchamp

Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

La sensibilidad

Programa emitido en noviembre de 2002

Esa blandura eficaz para sentir. Esa manera de dejarse tocar por las cosas…

¿Un lujo o una tortura?

Esa capacidad de percibir por los sentidos, a veces, puede figurarse como el enemigo al que hay que desalojar. Y, así, determinadas defensas se organizan. Por ejemplo, la negación (una forma de percatación de lo reprimido; que supone ya un alzamiento de la represión, aunque no, desde luego, una aceptación de ello), la proyección (una operación por la cual un sujeto sitúa en el mundo exterior, pero sin identificarlos como tales, pensamientos, afectos, concepciones, deseos, creyendo así en su existencia exterior, objetiva, como un aspecto del mundo), la represión (la supresión del montante de afecto), la regresión (un retorno a formas anteriores del desarrollo del pensamiento, de las relaciones de objeto y de la estructuración del comportamiento), etc.

En resumen, distintos modos de evitar sentir… de evitar la angustia. Ya que, en última instancia, a lo que más le tememos es a su aparición…

Pero, también, decíamos, un lujo. Un lujo productor de riqueza.

Entonces, será otro mecanismo de defensa, la sublimación (que, evocando a la vez la palabra ‘sublime’, utilizada especialmente en el ámbito de las bellas artes, designa una producción que sugiere grandeza, elevación… Es decir, operación que hace de ciertas actividades humanas que, aparentemente, no guardan relación con la sexualidad, pero que hallarían su energía en la fuerza de la pulsión sexual, el resorte de la actividad artística y de la Investigación intelectual).

Lo sensible aborda el misterio de una fortaleza enmascarada

Charles Baudelaire en su poema El Albatros nos otorga señales en el acontecimiento de su decir poético:

El poeta es como ese príncipe del nublado
que puede huir de las flechas y el rayo frecuentar
pero en el suelo entre mofas y burlas desterrado
sus alas de gigante le impiden caminar.

Ese Albatros príncipe de los cielos, enorme pájaro, fuerte y asombroso, hace soporte a expresiones de la miseria de los pobres mortales.

Esos marineros que, por divertirse, cazan albatros, se mofan, dice el poeta, le queman el pico, lo maltratan. Él no se defiende, no contraataca, no desperdicia fuerza en esa mezquindad, sólo observa azorado desde su dignidad la escena, los deja hacer.

La sensibilidad sumada a la extrema dependencia del objeto amado, es garantía de aniquilamiento, de pérdida de lo propio, sangre a ser saboreada por la decadencia de seres partidos por una sociedad que es saciedad y suciedad.

La sensibilidad sumada a lo posible para lo humano, esto es, a la posible independencia de la demanda, enriquece, ennoblece, hace Dama y hace Señor con señorío -no pasado de moda, por ser esencia de lo sensible-, hace estilo.

El mundo de lo sensible, la caverna de Platón, el mundo de las ideas que sumergen su nariz en el acontecimiento que no suma ni resta, que sólo hace marca para un conteo de sucesos agudos… luego, en ese mas allá tan temido; no hablamos del mas allá de la muerte, se trata del mas allá de la vida que a-guarda.

Objetos a nuestro alcance, formas alucinadas en el sabor de algo nuevo sin novedad, eso que acompaña la vieja negligencia, cobarde hacer de soberbios no incautos.

Lo sensible es esa piel de extrema suavidad que se ofrece para ser flagelada, pero es también es esa extrema suculencia que prepara la hondura del deseo–pasión de almar la grandeza de los gestos que garantizan la estética de lo cotidiano.

Estética de situaciones, sensibilidad alerta, sentidos vertidos a la diestra de nuestra sensibilidad, dice la poeta.

Los artistas lo dicen, nos lo podemos decir nosotros mismos…

Esa gama, arco iris de emociones, alfombrando nuestros días, nos puede hacer la posibilidad de vivir más de una vida en la misma vida… Nos puede dar, aún con el trabajo que implica mirar al sol de frente, la llave para saber poner a nuestro servicio esa magna capacidad… Punto de partida de la creación de lo bello, del descubrimiento de lo propio, del goce anudado al camino…

Volver

CONTACTO+SEDES | © Copyright 2000-2024 Fundación C.E.P. Todos los derechos reservados

Diseño + programación Oxlab