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Homenaje a Frida Kahlo

Nació el 6 de julio de 1907. En el mes de su nacimiento le rendimos homenaje.

Frida Kahlo

Me retrato a mí misma porque paso mucho tiempo sola y porque soy el motivo que mejor conozco.
Frida Kahlo

Hay historias que se pueden contar en pocas palabras… pero, como sabemos, las historias más verdaderas se cuentan entre los espacios de esas palabras… en esa vacilación que nos permite respirar cierto aire personal, cierto movimiento único y particular… ese que ejerce la fuerza de la acción en las vidas que se destacan. Y Frida ha podido nombrarse entre ellas…

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón, mexicana de la ‘Casa Azul’ de Coyoacán y, también, surrealista. Hija de Matilde Calderón y del fotógrafo Guillermo Khalo. A principios del siglo, pocas niñas asistían la escuela, pero los padres de Frida le dieron la oportunidad de una educación formal. Asistió la Escuela Nacional Preparatoria en la Ciudad de México, una de las escuelas más prestigiosas del país.

En 1913 sufrió un ataque de poliomielitis que afectó permanentemente el uso de su pierna derecha. Siendo una joven de 16 años conoció a Diego Rivera, que estaba pintando su mural La Creación en la escuela. Resultó fatalmente herida en un accidente de camión. En su recuperación, es cuando Frida inicia su pintura. Tres años más tarde presentó a Diego Rivera algunos de sus primeros trabajos y éste la animó a continuar pintando. En el 21 de agosto del año 1929 contrajeron matrimonio. Ella tenía 21 años y el tenía 46. La obra de Rivera influiría en su trabajo, dio color a zonas amplias y sencillas en forma intencionadamente ingenua. Deseaba como su marido, que su pintura fuera la evidencia de lo mexicano recurriendo con frecuencia a temas del folklore y del arte popular de su país. Después introduce el factor de lo fantástico en introspección libre con yuxtaposición de objetos incongruentes que realzan el impacto de su obra, a la que se relacionó con el movimiento surrealista. Sus cuadros exponen fundamentalmente los aspectos dolorosos de su vida, en gran parte postrada en una cama. Expresa la desintegración de su cuerpo y el terrible sufrimiento que padeció en obras como La columna rota (1944, colección Dolores Olmedo, Ciudad de México), en la que aparece con un aparato ortopédico de metal y con el cuerpo abierto mostrando una columna rota en lugar de la columna vertebral. Su dolor ante la incapacidad de la maternidad lo plasma en Hospital Henry Ford (1932, colección Dolores Olmedo), en la que se aprecia a un bebé y varios objetos, como un hueso pélvico y una máquina, esparcidos en una cama de hospital donde yace mientras sufre un aborto.

En 1939 Se divorcia de Diego Rivera (aunque volvieron a casarse en 1940) año en que ejecuta su obra Las dos Fridas (1939, Museo de Arte Modernos de México). Otra pintura reseñable es Sin esperanza (1945, Dolores Olmedo). Organizó las exposiciones de Nueva York de 1938 y de París de 1939 a través de sus contactos con el poeta surrealista francés André Breton. En abril de 1953 expuso por primera vez en la galería de Arte Contemporáneo de Ciudad de México. El matrimonio Kahlo-Rivera fue miembro del Partido Comunista Mexicano. En la noche del 13 de julio de 1954 falleció. El día de su entierro, el féretro de Frida fue cubierto con la bandera del partido. La casa que la pintora habitó durante su vida conyugal con el célebre pintor, fue donada por éste a la nación y transformada en el Museo que lleva el nombre de Frida Kahlo.

De todo ello, llama a la letra de este espacio la imperfección y las vestiduras… lo real y lo imaginario… lo más escondido y la imagen que cubre y, al tiempo, des-vela…

Así, cuando lo real es tocado ya no puede dirigirse la mirada a otro lugar -no la visión, la mirada-. Y, si de mirada se trata, su mirada, la nuestra, no cesan de caer en ‘lo que puede hacerse con eso’… Sublimación, han dicho.

Dice J. Lacan:

Aquí es donde yo afirmo que el interés del sujeto por su propia esquizia está ligado a lo que determina a saber, un objeto privilegiado surgido de alguna separación primitiva, de alguna automutilación inducida por la aproximación misma de lo real, en nuestra álgebra se llama objeto a.

Un objeto tornado causa… causa del deseo… del deseo de saber… cómo hacer con eso… con un dolor infinito, que toca lo más centrado -en su des-centro- del ser. El dolor. A veces físico, a veces, moral. En esa diferencia, también a veces, radica la manera de su consecuencia. El dolor moral, podríamos decir, no hace conjunción con lo real, es un dolor imaginario. En cambio, el dolor real, el del cuerpo atravesado por la conciencia de su incompletud, es otra cosa… cosa innombrable o, por ello, sublimable…

El dolor no es simplemente, como dicen los técnicos, de naturaleza exquisita; está privilegiado, puede ser fetiche. Así, dice Jacques Lacan.

En este caso, en Frida, vemos que su valoración no cae en un síntoma escaso de movimiento… cae dentro de ese territorio donde la creatividad hace su colmo.
Un cuerpo quebrado, una dignidad íntegra…

Quizás, una manera ingenua de detenerse en los vaivenes de una historia es la de detenerse en el amor… Aquí, un amor que, también, juega el juego de la mutilación. El es Diego Rivera, su Diego…

Por qué lo llamo mi Diego? Nunca fue ni será mío.
Es de él mismo.
Corriendo a todo dar…

Frida Kahlo

Que se llevará a sí mismo lejos de esa mujer que guarda el deseo de parirlo, de hacer, de su cuerpo, su cuerpo.

Soy el embrión, el germen, la primera célula que en potencia lo engendró.
Soy él desde las más primitivas y las más antiguas células,
que con el tiempo se volvieron él.

Frida Kahlo

Ella misma dirá, tiempo más tarde, que su segundo accidente fue Diego.

Pero…

nada es negro, realmente, nada.

Frida Kahlo

Y, allí, está, entonces, el amarillo, el rojo, el verde… esa paleta de color y palabra que, desparramadas sobre soportes que permiten la conservación a través de los días, nos dejan saber qué es lo que una mujer puede hacer con sus vacíos…

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