Contacto: Sede Belgrano. 11 de Septiembre 1071, Capital Federal. 011 4776 2797 | Sede Vicente López 011 152 459 0079

Seguir a @FundacionCEP

Departamento de cultura y eventos

Galería de arte de la Fundación CEP

Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Cuando el tiempo nos invita a crecer

Programa emitido en abril de 2003

Un tiempo, un día… Miércoles, día de Mercurio…

Mercurio es el planeta de la comunicación y el mundo mental. Rige la lógica y el razonamiento, así como las percepciones sensoriales. En el cuerpo, actúa sobre el sistema nervioso y el cerebro. Los escritores, traductores y periodistas, así como todos aquellos que se interesan por la mente y el pensamiento lógico están influidos por Mercurio. Se le considera neutro, ni masculino ni femenino. Por su rápido movimiento, se le ha otorgado el dominio de los viajes de corta duración, así como de las comunicaciones, el correo y los medios de transporte

Dice Lacan, en su Seminario 13

Ustedes me dejarán, pues, para el próximo cuarto miércoles invitar a quien me parezca bien para que el tema dado de discusión, de diálogo, que funcione ese día, se haga en las mejores condiciones. Es decir, con interlocutores expresamente elegidos por mí. Los que no formen parte de ese miércoles no tienen por qué ofenderse.

Así, el susurro de una historia… esa que, tal vez, sólo los psicoanalistas sabemos: Freud se reunía con su gente, esos que habían empezado a escuchar de él, de su descubrimiento, el Psicoanálisis, esos pocos, las noches de cada miércoles. Esos, hacedores de un nuevo camino, compartían, escuchaban, opinaban, se formaban, disfrutaban de la creación de una ciencia, a oído directo del genio.

Al encontrar esta cita de Lacan, y sonreír, vemos que él, también, tenía sus miércoles especiales, elegidos, sin ofensa para los que no pudieran escuchar.

Nosotros, desde hace años, también tenemos nuestros miércoles de palabra, saberes, esfuerzos. En un mundo de barbarie, construimos un espacio que nos invita a crecer… en el tiempo más allá del des-tiempo. Aquellos que, de creer-ser, pasamos a crecer, nos alegramos, cada vez, de ese espacio de acción creativa que nos permitimos para nuestro goce.

Lo que Freud descubre en el inconsciente yo no he podido hace un momento sino invitar a que se vaya a ver en sus escritos si digo justo, es bien diferente que advertir que se puede al por mayor dar un sentido sexual a todo lo que se sabe, por la razón que conocer presta a la metáfora… Anudar y desanudar no son aquí más que metáforas, pero a considerar como esos nudos que se construyen realmente para hacer cadena de la materia significante.

Una frase al azar cae bajo la mirada para hacer resaltar la palabra invitar. Eso es el psicoanálisis, una invitación a ir a ver. Una invita-acción, una invitación a la acción.

Mercurio ya era conocido por los sumerios desde hace, al menos, cinco mil años. Los griegos le daban dos nombres distintos: Apolo, por su aparición como estrella matutina, y Hermes, por su aparición como estrella vespertina.

Hermes-Mercurio guiaba a las almas de los muertos hacia el Mundo Inferior. Entre sus atributos estaba el gorro de la invisibilidad y su oficio era ser el mensajero de los dioses.

FLectere si nequeo superos, Acheronta movebo… Si no puedo convocar a los dioses superiores, moveré a los del infierno… y, de allí, a la verdad, a esa que nos encuentra en el tiempo de crecer.

Tiempo ubicado en cualquier lugar del alma-n-a-que, pero no en cualquier lugar del alma. Sino en ese donde el alma se decide a qué dedicarse… o a producirse bella o a aletargarse bajo la sombra de la desidia.

Así, desde un discurso poblado de secretos, el cotidiano, el social, nos lanzamos a la acción de ver lo que alberga en sus pliegues, en sus rincones. Como humanos, nos es dado este tesoro, el de los significantes y está en nuestra decisión, siempre, hacer, de los tesoros, el olvido o la riqueza…

Y decir discurso es decir metáfora, es decir metonimia. Términos que explican los juegos de la lengua… También, los juegos del inconsciente, es decir, sus leyes: condensación, desplazamiento.

Metáfora: Figura retórica que consiste en trasladar el sentido recto de las voces en otro figurado en virtud de una comparación tácita: la primavera de la vida.

Metonimia: Figura retórica que consiste en designar una cosa con el nombre de otra, tomando el efecto por la causa o viceversa, el autor por sus obras, el signo por la cosa significada: las canas por la vejez; el laurel por la gloria.

Recordamos que, lo que Freud llama condensación, en retórica se llama metáfora; lo que llama desplazamiento, es la metonimia.

Crecer, entonces, es hurgar en los disfraces de la letra para extraer su jugo, el que alimenta, el que nutre, el que avala un juego de cara a la verdad. A la verdad que, a medias, presenta su señal, invita a indagar en su derrotero para hacer camino de constancia en la búsqueda de eso inasible que, por imposible, promete fruto de logro en su devenir.

Y, los frutos, siempre son el postre…

Volver