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Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Noche libre

Programa emitido en junio de 2003

De la mano de aquel poeta maldito, bailamos…

Hoy, noche de amor… noche de cartas. Que, libres de destinatario, libran el azar de su devenir…

Amor: Quiero tu idioma incomprensible, tus gestos. Deseo tu tono de voz en mis costillas, tus manos en mi vientre. Y tu modo de andar por las cornisas. Quiero tu risa sobre mis ojos, sobre la alfombra del vacío. Deseo tu piel, húmeda y con marcas, a orillas de los ríos. Y tu cuerpo apabullando vértices y aristas.Quiero más del olvido para que me guíes hacia el cuerpo blanco. Macarena

Hoy, roja…

Hombre: A paso firme vienes a mi vida, jugador impiadoso, caballero solitario. Con tus manos heridas de batallas me sangras la inocencia. Me gimes la más profunda de mis capas. A tus ojos, que miran mi silencio, no les debo nada, porque nada piden. Porque no te asomas a mi huerto sin permiso. A paso firme vienes y me quitas la guadaña. Perdida, desconozco, camino… hacia ti… hacia mí… Hacia la insólita manera de este amor. Una mujer.

Hoy, azul…

Adoro que te entregues al martirio de la vida.
Adoro que no detengas la noche donde todo se detiene.
Adoro que no temas buscar, bajo las rocas, el intocado espacio del latido feroz.
Adoro tus tesoros paseando por el mundo, por nuestra casa.
Adoro tu boca abierta saltando fuera de tu sepultura.
Adoro tu voz, negra como mi sangre.
Adoro tu nombre, abierto a los sueños…”

Hoy, amarilla…

Es hora…
Es hora de ir al corazón de los mortales. Es hora de saber. Es hora de partir.
De perder el pasado y abrigarnos el alma a besos, a voces.
Es hora de decir.
Aquí, en esta planicie blanca que se deja herir por esta historia; allá, en la piel espesa de lo que no retornará.
Es hora, sí, de no tomar maletas, de no pensar. Es hora de no ser lugar establecido.
Es hora de hacer milagros, de encender un infierno interminable, de sentarse a beber elixires pasados de moda, de olvidar las formas del encuentro.
Es hora de mirarte a los ojos y no regresar…

Hoy, verde…