Contacto: Sede Belgrano. 11 de Septiembre 1071, Capital Federal. 011 4776 2797 | Sede Vicente López 011 152 459 0079

Seguir a @FundacionCEP

Departamento de cultura y eventos

Galería de arte de la Fundación CEP

Alguien más se lo puede preguntar

La Fundación C.E.P. en la Radio

Acompañando a Alguien más se lo puede preguntar un programa de Jorge Andrés Moya.

Programas emitidos por 1030 AM Del Plata, de 2.00 a 6.00, de martes a sábados, durante 2002 y 2003

Códigos de honor / amistad

Programa emitido en mayo de 2003

Dice Ortega y Gasset:

Sólo cabe progresar cuando se piensa en grande, sólo es posible avanzar cuando se mira lejos

Y, parafraseando a Ortega y Gasset, podemos decir que sólo es posible avanzar cuando no se está eclipsado por la presencia del Otro, sólo es posible ir más allá del Otro cuando su mayúscula –importancia– ya no hace la marcha de nuestros pasos.

Y, decimos ya, porque es humano y primero que eso suceda. Que ese Otro primordial nos dé el código del movimiento sobre lo deseable y lo no, sobre lo bueno y lo malo, sobre lo posible y lo imposible.

Así, algunos estímulos para pensar el progreso:

Lo que no puede tomarse volando
hay que alcanzarlo cojeando.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La Escritura dice: cojear no es pecado.

(Últimos versos de Die beiden GuIden, versión de uno de los Macamas (cuadros literarios) de Abu Hariri (escritor y filólogo árabe), efectuada por Rückert. Freud citó estos versos, asimismo, en su carta a Fliess del 20 de octubre de 1895 (Freud, 1950a, Carta 32).] )

Y este otro, de Lacan: ... podemos hacer avanzar muchísimo más el discurso, e incluso la dialéctica, prescindiendo totalmente del pensar. No obstante, todo progreso capaz de constituir una revelación en el mundo simbólico implica, al menos por un breve instante, un esfuerzo de pensamiento. Esfuerzo que... Voy a decírselos, y ya lo he anunciado la última vez: en una función significante que le es propia en tanto que significante que escapa al código, es decir, a todo lo que hasta entonces se ha acumulado de formaciones del significante en sus funciones de creación de significado, hay ahí algo nuevo que aparece, que puede ser anudado al resorte mismo de lo que se puede llamar el progreso de la lengua, su cambio.

De allí que se haga necesario deslindar... Por un lado, ese momento donde el Otro todavía es presencia fantasmática que nos lleva a que, cuando pensamos, en realidad, seamos pensados... (Ese e-terno juego del Otro que engaña desde el ojo del espejo, desde el tesoro del significante, desde su puntuación...). Y, por el otro lado, a esa sanción propia sobre esos sonidos, a esas palabras nuevas arrancadas al discurso... a esa carga propia puesta sobre los significantes dados.

Muchas veces, ingenuamente, se cree tener opinión propia o pensa-mientos propios... pero son mentes que mienten. Es el esfuerzo del pensar con otra lógica lo que abrirá el camino, lo que permitirá tener una mirada otra sobre todas las cosas.

Se podría objetar... ¿Cómo puede ser posible avanzar rápido, si es un camino circular que termina en el mismo punto de partida? Alguien supo decir la riqueza no está en la llegada a la meta, sino en el tránsito hacia ella.

Intentar recorrer un camino arduo, sin trabajar o a paso de liebre, es uno de los modos de simulación, uno de los modos del como si... como si la vida fuera posible en el como si, como si se estuviera vivo en el como si.

Nos dice Baudelaire, respecto de la repetición, La vida es un hospital donde cada enfermo está poseído por el deseo de cambiar de cama.

Otro modo del como si... Como si todo aquello que nos quisieron vender, a través del vendedor adecuado, hubiera hecho eco en nosotros, compradores, sin ningún miramiento... o, tal vez, con ese miento en la mirada.

Muchos seres humanos creen que el semejante, el de al lado, ese, vive mejor. Creen en el discurso con el que, ese par, argumenta sus no cambios, creen que la vida ha sido injusta con ellos, que ha sido poco generosa y que ha sido más benévola con el vecino... de quien suelen decir: ¡Ese sí, que no tiene problemas!.

Avanzar, es salirse del camino... y de la cama del hospital.

Dice Lacan:

No se trata de avanzar demasiado rápido, ni de decir qué es esta marca que modifica al deseo. Hay tal vez desde el origen en este deseo una hiancia que permite a esta marca tomar su incidencia especial. Pero lo que hay de cierto es que hay la relación más estrecha entre eso que caracteriza el deseo en el hombre, y la incidencia, el rol y la función de la marca. Reencontramos esta confrontación del significante y el deseo, que es aquello alrededor de lo cual debemos llevar toda nuestra interrogación aquí...

El significante, el deseo, el decir del deseo, el disfrutar del salto en un camino construido por significantes, saltando de uno a otro, dejando algo que desear para que pueda existir otro salto...

Para concluir, un Bertold Brecht que nos da la medida del trabajo... ¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo!

Porque... Desde luego, es necesario que eso conduzca a algo, que sirva, y que sirva, en nombre de Dios, para que se las arreglen, para que se avengan, para que, a la pata cojeando, lleguen pese a todo a dar un asomo de vida a ese sentimiento llamado amor. (Lacan)

Volver