Homenajeamos a la Dra. Eva Puente por sus años de trayectoria profesional dedicada al psicoanálisis. Este 14 de noviembre del 2009, nos hemos reunido para homenajear y expresar nuestro reconocimiento a la Dra. Eva Puente por sus años de trayectoria dedicada al psicoanálisis. Ella, nuestra Dra. Eva Puente, ha sabido hacer un recorrido impiadoso ciñéndose a la letra de Freud y de Lacan. Y, sostenida por su letra –a partir de ellos, la de ella–, su vida se ha tornado racimo de creaciones.
Desde las institucionales, como CEPPAA –junto a la Dra. Hilde Muller de Scalisi–, como AIMP, como la Fundación C.E.P. –que hoy cumple 27 años–, consolidada ya, es casa innegable de teoría y práctica psicoanalítica.
Pero, para que una casa tenga cimientos sólidos, el trabajo –el tripalium, como decimos los psicoanalistas–, debe ser la regla.
De tal modo, su tarea en el consultorio ha sido el abono adecuadísimo para su producción teórica que ha convidado en Jornadas, Congresos, Conferencias, tanto en este país como en el mundo. Prueba de ello, es el último reconocimiento, recibido en París, este año. Pero, como sólo hay tiempo de salvar la poesía –ella lo ha dicho–, entonces, también, ha sido generosa provocadora de decires desde la poesía y la prosa. Como en aquellas Nuevas Promociones Literarias de la SADE, en su Sol de noviembre y en las últimas novelas que se soltaron de su mano para hacerla hablar a Jeanne Ponte.
Su tarea como analista y formadora de analistas ha dejado su impronta. Entre otras, en su SFL I, reunión de lo recibido de los maestros con la elaboración propia para ir, aún, más allá. Prueba incontrastable lo es, también, la creación del TPP, test proyectivo que atraviesa lo realizado por otros para ofrecer una nueva puerta de acceso a lo inconsciente. Ese inconsciente que se escabulle y, al mismo tiempo, no deja de presentarse para hacer su gesto en el cuerpo.
Y estos gestos han sido, para la Dra. Eva Puente, llamamientos ineludibles. Investigadora incansable no ha desoído su grito. Esa es una de sus marcas. Como la otra… ese sello que ha impuesto a la Fundación, al anudar el arte al psicoanálisis, y que viene siendo respirado por todos nosotros desde aquellas Primeras Jornadas sobre Psicoanálisis y Creatividad. Ya nadie duda de lo que no debe dudarse: la vida -la que se precia de tal- es la creatividad llevada a su máxima expresión. Y este es el ejemplo que nos mira desde la Dra. Eva Puente. Ella ha bebido de ese sublime veneno y nos lo ha dado a beber a nosotros.
Como ella lo ha dicho, el trato es con la palabra, con una palabra plena que labra, como pala, un surco. En ese surco, ha sido sembrada una semilla que ha fructificado. Y es ese fruto el que nos conmina, nos fuerza a no desviar la mirada… Por eso, desde un deseo que se ha ido real-izando, agradecemos a la Dra. Eva Puente ese gesto inhumano: el de darnos ese fruto.