Eva Puente
Colaboración Tamara B. Puente
En el trabajo con un grupo para que no se coagule el sentido y no haga masa, todo consiste en el mantenimiento de situaciones que es importante señalar:
- Una situación que incluye basicamente dos partenaires que se asumen como el psicoanalizante y el psicoanalista, sobre la base de un ternario que es el significante introducido en el discurso que se instaura, se comporta como formación, no de artificio sino de sangre propia del psicoanálisis.
- El psicoanalista ha de calificar para responder a esto que, como se ve, no engloba su persona. Asegurarse de que el traje le va al psicoanalista. Llegados a este punto, importa el psicoanalista, en su relación con el saber del sujeto supuesto, relación directa.
- Se opera con los tres registros y su anudamiento y desanudamiento permanente. Sabemos que lo real no es la realidad. Este real es un concepto críptico, se trata de lo que no es imaginario ni se puede simbolizar. Lo real es todo lo que es no-representable. Aunque algunas palabras parecen definirlo, sólo es eso, lo definen pero no lo activan. Lo real está ligado a la esfera de la sexualidad, la muerte, el horror y el delirio. Lo real es lo incon-ceptualizable, constituye el no-fundamento inmanente del significante. Es un no-concepto.
En los grupos/maratón que he dado en llamar «viaje grupal», con el doble sentido de reunión del grupo para una tarea común y viaje como vuelo de ese grupo.
En esta tarea puntual lo real es fundante y opero para presentificarlo con varias propuestas: oráculo, azar, poesía, magia…
Dra. Eva Puente