Le sinthome, otra versión de la tragedia

Pierre Rey:

La creación nunca se debe a la felicidad. Es el resultado de una carencia. Es el contrapeso de una angustia, y se inscribe en el vacío que hay que llenar con un deseo cuyo goce se espera y con el fracaso de su logro. Lo cual equivale a decir que sólo puede nacer de una frustración, la falta de goce. Incluso saqué la conclusión de que, desde el comienzo de los tiempos, toda la creación se contenía en los diez centímetros que separan la mano de un hombre del culo de una mujer. El hombre arde en deseos de poner su mano sobre ese culo. Si lleva a término su ademán, si la mujer lo acepta, se encuentran en una cama y hacen el amor. Hay goce: nada se crea. Si no se atreve, enloquecido por la frustración, vuelve a su casa solo, compone La novena sinfonía, pinta El hombre del casco de oro, escribe La divina comedia o esculpe El pensador.

Síntoma: 1607, del latín symptóma. Tomado del griego symptoma, propiamente coincidencia, derivado de sympípto yo coincido, propiamente caigo conjuntamente (de pípto caigo). (Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas)

Lacan Seminario 23, El síntoma, Lacan dice que:

le Sinthome es una manera antigua de escribir lo que ulteriormente se escribió síntoma. Y, al hablar de Joyce y su síntoma, la escritura, nos hace percibir el sentido de su sentido l’élangues, por donde supongo que entiende designar algo como la elación…

Elación: 1636, del latín elatio, elevación, ampliación. (Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas)

De lo dicho, comienza una lectura posible: el sinthome caerá en otra versión, más primitiva, menos embrollada, para que sean posibles el goce y la creación. Y, entonces, se tratará de ampliar ese discurso no dicho aún (por condensado, por desplazado), ese discurso del inconsciente que, poseedor de un sentido (dirá Freud), estructurado como un lenguaje (dirá Lacan) y en espera, nos advierte de algo no realizado, de algo que no es nacido, de algo que, en su origen verbal, no es acto pronunciado. Ampliar los significados del discurso para un savoir faire, para un saber hacer con el inconsciente, el síntoma. Es decir, con el Otro.

Recorriendo la historia, hallamos las pistas de esa letra que, indicando lo que no cesa de no escribirse (en todos sus sentidos), da en el blanco, en la carne y en el alma, del sujeto.

Según una regla… un síntoma significa la representación -realización- de una fantasía de contenido sexual y, por tanto, de una situación sexual. O mejor dicho, por lo menos uno de los sentidos de un síntoma se refiere siempre a una fantasía sexual, en tanto que para sus demás significaciones no existe tal limitación de contenido. (Análisis fragmentario de un caso de histeria ‘Caso Dora’, Freud)

S. Freud La interpretación de los sueños, Freud

El síntoma no es simplemente la expresión de un deseo inconsciente realizado pues para su formación tiene que concurrir además un deseo preconsciente que halle también en él su realización, resultando así doblemente determinado por lo menos, o sea una vez por cada uno de los sistemas en conflicto.

Dice S. Freud (Lección XXIII, Freud)

Como el sueño presenta el síntoma algo en estado de realización, procurando una satisfacción al modo infantil; pero mediante una condensación llevada al último extremo puede esta satisfacción quedar limitada a una sola sensación o inervación, y mediante un desplazamiento igualmente extremado puede asimismo quedar restringida a un pequeñísimo fragmento de todo el complejo libidinoso.

Freud, Inhibición, síntoma y angustia

El síntoma sería, pues, un signo y un sustitutivo de una expectativa de satisfacción de un instinto, un resultado del proceso de la represión… el yo no ha creado el síntoma sino precisamente para gozar de sus ventajas… por aportarle una satisfacción narcisista inaccesible de otro modo.

Lacan, Seminario 1, Los escritos técnicos de Freud

El síntoma se nos presenta primero como una huella, que nunca será más que una huella, y que siempre permanecerá incomprendida hasta el momento en que el análisis haya avanzado suficientemente, y hasta el momento en que hayamos comprendido su sentido. Puede entonces decirse que, así como la Verdrängung (represión) no es nunca más que una Nachdrängung (represión posterior -porque no viene del pasado sino del porvenir-), lo que vemos bajo el retorno de lo reprimido es la señal borrosa de algo que sólo adquirirá su valor en el futuro, a través de su realización simbólica, su integración en la historia del sujeto. Literalmente, nunca será sino algo que, en un momento determinado de realización, habrá sido.

Para incluir una digresión acerca de la realización de deseos de Freud y lo no realizado de Lacan, haré alusión a lo que, como punto de partida, he señalado. Una realización de deseos es una estructura en torno a una lalengua aún bien dicha, es la repetición de su tono. Su maldición/mala-dicción, estará escrutando los resquicios de su posibilidad, también paradojalmente imposible, en el texto del análisis. Porque cuando la satisfacción sexual es la andanza necesaria, no es la caída, en conjunción, lo que se apresura. Es decir, cuando la satisfacción sexual (infantil) alcanza a colmar, no hay suficiente frustración (por más que el ingreso al lenguaje la conlleve) y, por ello, no hay ninguna Divina Comedia… Porque, como dirá Lacan en La lógica del fantasma: La verdad sexual es exigente, vale más ahí satisfacer un poco, desde el punto de vista de la satisfacción, al síntoma podemos concebirlo como más satisfactorio que la lectura de una novela policial. Hay más relaciones entre un síntoma y un acto sexual que entre la verdad y el no pienso fundamental… No por azar, el ejemplo de la lectura se hace presente. El síntoma no leído es un libro cerrado. Un saber en espera. En espera de la palabra que, extraída de lalengua, imponga la censura al mal-estar.

Lacan, Seminario 2, El yo en la teoría de Freud y en la técnica psicoanalítica

… el síntoma es en sí mismo, de punta a punta, significación, esto es, verdad, verdad puesta en forma. Se distingue del indicio natural por el hecho de que ya está estructurado en términos de significado y significante, con lo que esto implica, o sea el juego de significantes. En el interior mismo de lo dado concreto del síntoma, ya hay precipitación en un material significante. El síntoma es el revés de un discurso.

Lacan, Seminario 7, La ética del psicoanálisis

El síntoma es el retorno por vía de sustitución significante de lo que está al cabo de la Trieb, de la pulsión, como su fin. Y es aquí donde la noción y la función del significante adquiere todo su peso y su alcance: es imposible distinguir de otro modo lo que Freud considera como el retorno de lo reprimido, de lo que lo distingue como modo de satisfacción posible de la pulsión, es decir, esta paradoja de que la pulsión pueda encontrar su fin en un lugar diferente del que es su fin, y sin que se trate allí, de esta sustitución significante que es la que constituye la estructura sobredeterminada, la ambigüedad, la doble causalidad fundamental de lo que llamamos el compromiso simbólico.

Si el síntoma es significante, pero mudo para el sujeto que se supone que habla; si es su goce, pero excluido; debemos sospechar que lo que esconde es un valor. Y ese valor es un valor de verdad. Verdad, en espera dije, en espera de conquistar una dimensión de intercambio. Ya que, desde su fijeza, es un valor demasiado útil. (Por ello, la razón de su resistencia al abandono.)

Lacan, Seminario 5, Las formaciones del inconsciente

… lo que Freud ha aprendido de los síntomas, cualesquiera que sean, trátense de síntomas patológicos, o de lo que ha interpretado, en lo que representaba hasta ahí, de más o menos irreductible en la vida normal, a saber el sueño, por ejemplo, es siempre esencialmente un deseo. Mucho más aún, en el sueño por ejemplo, no nos habla simplemente de deseo, sino de cumplimiento de deseo, y esto no debe dejar de asombrarnos, a saber, que es precisamente en el sueño que habla de satisfacción de deseo. Indica, por otra parte, que en el síntoma mismo, hay algo que se asemeja a esta satisfacción, pero esta satisfacción, creo que ya es remarcar demasiado su carácter problemático, puesto que es también una satisfacción al revés.

De los últimos años de Lacan, puedo destejer la trama subversiva de su teoría, la luz sobre el síntoma freudiano. Se trata de la suposición. Una su-posición que no albergue al padre como síntoma, sino al N-del-P como sinthome. Un cuarto nudo que, en su duplicidad, ofrece un ocho, interior. Elisión, spaltung, herida que hace distancia entre el objeto a y la identificación. (Dicho esto, para relacionar aquello que no es alcanzado pero que es motor de su marcha, es decir causa. Un deseo puntuado, hecho de puntadas, de heridas punzantes…)

Lacan, Seminario 23

…La ex-sistencia del síntoma, es lo que está implicado por la posición misma, la que supone ese lazo de lo Imaginario, de lo Simbólico y de lo Real, enigmático… Es preciso que en alguna parte hagamos el nudo, el nudo de lo Imaginario y del saber inconsciente, que aquí en alguna parte hagamos una costura, todo eso para obtener un sentido, lo que es el objeto de la respuesta del analista a lo expuesto por el analizante a lo largo de su síntoma. Cuando hacemos esta costura, al mismo tiempo hacemos otra… entre, precisamente, lo que es síntoma y lo Real, es decir que, por algún lado, le enseñamos (…) a coser… a hacer costura entre su síntoma y lo Real parásito del goce, lo que es característico de nuestra operación. Volver este goce (jouissance) posible, es lo mismo que lo que yo escribiré: y’oigo-sentido (j’ouis-sens). Es lo mismo que oír (ouir) un sentido (sens). Es de sutura y de costura que se trata en el análisis… Encontrar un sentido implica saber cuál es el nudo, y coserlo bien gracias a un artificio.

Lacan, Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis

Detenida en la palabra artificio, hago de su sentido, arte y oficio. Arte como conjunto de preceptos para hacer bien algo, oficio como servicio y función. La función de hacerlo bien. ¿No es acaso la sublimación, lo que se liga a este elevar a lo alto? Esa es la elación. La sutura. Simplemente, la neurosis se hace distinta, se vuelve a veces simple achaque, cicatriz, como dice Freud, no cicatriz de la neurosis sino del inconsciente.)

Lacan, Seminario 24

El inconsciente ha sido identificado por Freud, no se sabe por qué, a lo mental. Es por lo menos lo que resulta del hecho de que lo mental es tejido de palabras… De donde mi enunciado de que de real, no hay más que lo imposible. Y es precisamente ahí que yo tropiezo. ¿lo real es imposible de pensar, si no cesa de escribirse? Hay ahí un matiz – yo no enuncio que no cesa de no decirse… sino de no escribirse. Todo lo que es mental, al fin de cuentas, es lo que yo escribo con el nombre de sinthome, es decir signo. ¿Qué quiere decir ser signo? Es respecto a eso que yo me rompo la cabeza… He tratado en otra ocasión de plantear lo que es la instancia de la letra… ¿Qué es un signo que uno no podría escribir? pues este signo, uno lo escribe realmente…

Lacan, Seminario 11, Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis

El analizante, escribiente dialéctico e ignorante, hace marchar los trazos hasta el tope. Hasta toparse con aquél que, en el lugar del SSS, anuda lo que es rechazo y escribe el descifrado. Un descifrado arrojado por el recorrido, acto plural, en la elaboración de esa relación opaca con el origen, con la pulsión.

Lacan, Seminario 25

El análisis no consiste en que uno esté liberado de sus síntomas… El análisis consiste en que se sepa por qué se está enredado en eso: eso se produce debido a que hay lo Simbólico. Lo Simbólico es el lenguaje: se aprende a hablar y eso deja trazas. Eso deja trazas y, debido a eso, deja consecuencias que no son ninguna otra cosa que el síntoma (sinthome), y el análisis consiste –hay con todo un progreso en el análisis– el análisis consiste en darse cuenta por qué se tienen esos síntomas (sinthomes), de suerte que el análisis está ligado al saber… El inconsciente es eso: es que se ha aprendido a hablar y que debido a eso uno se ha dejado sugerir por el lenguaje toda suerte de cosas.

Retomo lo que no cesa de no escribirse (en todos sus sentidos), y que da en el blanco, en la carne del sujeto: el síntoma orgánico. Una escritura más visible que voraz. Un signo, también, de dicho/a infinita. Un repliegue que esconde ese valor útil y que no se reproduce sino a cambio de un pago mayor, el de otro goce menos infantil.

Sami Ali Pensar lo somático

La enfermedad, cualquiera sea su etiología, es una forma expresiva manifestada por otra forma expresiva, el cuerpo. Entre la expresión y lo expresado, la relación es la que va del contenido manifiesto del sueño al contenido latente. La sintomatología orgánica está regida por las mismas leyes de transformación de lo latente en lo manifiesto. Pues, para Groddeck, el síntoma orgánico no es el hecho mismo sino aquello que coincide con el hecho…

Coincidencia delatora del presidio…. sympípto yo coincido. Coincidencia de significado y significante en grado único. Tormento re-querido. Acto por siempre repetido en procura de tan escasa satisfacción. (En elación de Pierre Rey… en ciertos casos, no importa si la mano está anestesiada o si el culo está demasiado frío.)

De las consecuencias posibles de una buena costura entre el Imaginario y el Real (que no son más que una) La divina comedia es un símbolo prolífico. Historia un viaje en busca de una mujer y de un dios. En un modo final que los reúne. Historia un hombre que construyó el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso en catorce mil versos, para hablar, a esa mujer, de amor. Historia un síntoma, en letra universal, desde la frustración a la salvación. Un amor no correspondido (origen de ese malentendido fundante) siempre puede o fomentar salvaciones o condenar al mismo tormento in ritornello.

En los casos en que sucede lo que al protagonista, perdido en una selva oscura, frente de la entrada del infierno, una voz es invitación al ingreso. La voz identificada será su Virgilio (supuesto sabedor de Odiseas).

Pero, aún confesando cierto buen augurio (Eres mi maestro y mi autor), no decidirá su paso, hasta que el señuelo-argumento se presente: una Beatrice, i(a), le tenderá la mano al final del pasaje.

Realizar lo Simbólico de lo Imaginario dará la medida del atravesamiento. No es sino la mujer el otro nombre del arribo.