Cuando ocurre el acontecimiento de un síntoma, el sujeto dice sin saber lo que dice. Según el veredicto lacaniano: lo que no se dice en lo simbólico se actúa en lo real.
Asistencia terapeútica con una escucha particular.
La enfermedad y la muerte siempre son prematuras.
Doble abordaje conjunto: medicina y psicoanálisis con la pre—tensión de desactivar ese anudamiento que mortifica.
Fenómeno psico—somático
Fenómeno que sucede en lo físico pero que tiene un correlato en lo psíquico. Fenómeno que tiene manifestación en lo físico pero que tiene su orígen en lo psíquico. Para pensar un modo de abordaje es necesario establecer esta relación fundamental. Ya Freud lo enunciaba: Ahora bien: en el aparato genital externo en estado de excitación tenemos el prototipo de un órgano que se manifiesta dolorosamente sensible y presenta cierta alteración, sin que se halle enfermo, en el sentido corriente de la palabra. No está enfermo y, sin embargo, aparece hinchado, congestionado, húmedo, y constituye la sede de múltiples sensaciones. Si ahora damos el nombre de erogeneidad a la facultad de una parte del cuerpo de enviar a la vida anímica estímulos sexualmente excitantes, y recordamos que la teoría sexual nos ha acostumbrado hace ya mucho tiempo a la idea de que ciertas otras partes del cuerpo —las zonas erógenas— pueden representar a los genitales y comportarse como ellos, podremos ya aventurarnos a dar un paso más y decidirnos a considerar la erogeneidad como una cualidad de todos los órganos, pudiendo hablar entonces de la intensificación o la disminución de la misma en una determinada parte del cuerpo. Es, entonces, claro que, así como el aparato psíquico produce modificaciones en lo corporal, el cuerpo produce modificaciones en lo psíquico. De tal modo que, para resolver un síntoma orgánico, se hace necesario un doble abordaje: médico y psicoanalítico. Médico, desde el momento en que ese cuerpo, tocado por un proceso patológico, requiere de una reparación en ese terreno. Psicoanalítico, porque hay que descifrar por qué ciertas cargas de energía psíquica han quedado fijadas allí.
Como dice la Dra. Eva Puente, desde hace muchos años, (decir ya aforístico) no se enferma el que quiere sino el que puede, haciendo alusión a aquellos individuos que, sistemáticamente, manifiestan sus estados emocionales a través de determinados procesos orgánicos, en general, apoyados en el mismo aparato o sistema. Como ejemplo, podemos mencionar aquel estudiante que frente a un exámen —situación que lo pone nervioso— tiene episodios diarreicos. O, aquel otro individuo que, ante cuestiones afectivas poco satisfactorias presenta broncoespasmo.
Lacan dice que sólo es posible interactuar a condición de que el psicoanalista no invalide el discurso del médico, pretendiendo sustituirlo, sino que ofrezca clarificaciones fecundas. Por ello, en nuestra Fundación C.E.P. las cuestiones orgánicas también tienen un espacio para ser comprendidas y tratadas.