La dignidad en la recta final

Introducción

Algunos años atrás en unas jornadas realizadas en la Fundación C.E.P., una de las consignas de trabajo propuestas era:

Me robaron mi nacimiento; no me robarán mi muerte

Aquí mi trabajo a modo de homenaje para mi paciente, que llamaré Paloma, quién se atrevió a torcerle el brazo al destino, y eligió una muerte digna. Acto honesto, verdadero, mediante el cual pudo otorgarle otro sentido a su existencia, más allá de lo que pide la especie. Y que hizo que su vida, valiera la pena, y la alegría, por qué no, de ser vivida…

Primera Parte

Un cuerpo es un instrumento de goce, pero ¿cómo entender que ese cuerpo pueda ponerse a gozar solo? Frente a esta pregunta me planteo lo siguiente: Freud plantea que en el surgimiento de cualquier tipo de estructura, es decir según el discurso freudiano, se trate de una neurosis histérica, obsesiva o fóbica, y aún en la psicosis, el sujeto se encuentra en un posicionamiento pasivo con respecto al goce.

En términos lacanianos podríamos decir que en un principio es gozado por otro. Ahora bien, es indiscutible desde la clínica, que el cuerpo del enfermo psicosomático goza solo. Pero, ¿sería incorrecto extender el planteo de Freud también al terreno de lo psicosomático? Esto me parecería conciliable con el hecho de que consideramos la patología psicosomática como una psicosis en el cuerpo, y que, como lo expresan los trabajos de Guir es harto frecuente observar el fenómeno de mimetismo en la producción leída a nivel significante de la patología.

Hablamos de órgano blanco. Un sujeto no puede enfermarse de cualquier cosa. Solo podrá armar una patología que sea el blanco del deseo del A. Es decir allí donde la metáfora paterna falla. Donde el discurrir simbólico queda fuera, expulsando al sujeto.

Freud ya nos pone en la pista en su 23° Conferencia Introductoria al Psicoanálisis, llamada Los caminos de la formación de síntoma, donde plantea al síntoma como la resultante del interjuego de distintos factores que denomina series complementarias. Sucintamente, un síntoma se produce como consecuencia de la sobredeterminación de los siguientes factores: Constitución sexual (vivenciar prehistórico), más vivenciar infantil, que van a producir un modo particular de predisposición por fijación libidinal, y a esto hay que sumarle lo que Freud denomina el vivenciar accidental traumático del adulto.

Es decir, Freud ya sabía que hay una historia que pesa sobre la vida de un sujeto y que dejará marcado el camino a transitar por aquel.

Segunda parte: La novela
En el neurótico esta novela articula un fantasma, fantasma que hace su aparición a través del síntoma. En el F. P. S. hay una falla en la articulación del fantasma, no es para un A que se monta la escena. Se goza solo, goce innombrable que manca el cuerpo. Pérdida de nombre propio, que me sugiere pensar que es el sujeto de la enunciación quien se pierde, es decir el je de Lacan. En su lugar irrumpe el nombre de la patología.

Dice Courel: Los llamados fenómenos psicosomáticos, observa Lacan, que si bien no son significantes, no podrían entenderse, sino como efectos de la inducción significante. Mostrando que allí opera el Otro

Vamos a la historia de esta paciente: Esta paciente se presenta y dice: tengo un cáncer, carta de presentación que la nombra de una manera que le otorga identidad. Pero, ¿quién es ella? Su verdad no es esa que la nombra como un cáncer, su verdad queda perdida en la maraña de una historia actuada, pero no vivida.

Algunos datos de esa historia que traman su novela: Su padre se separa de la madre de la paciente a sus 7/8 años, vuelve a sus 18 años, permanece durante 9 meses, y luego se va sin dejar rastro. En ese tiempo la paciente queda embarazada y se practica un aborto, rastro de la pérdida. Luego de la separación de sus padres, la madre de P. vuelve con su madre… Cuando la paciente se separa del padre de sus hijos, vuelve con su madre, poniendo en acto el mecanismo de la repetición.

La madre de P. no se interesa verdaderamente por sus hijas. P. no puede sacarle de encima sus ojos a sus propios hijos. Cuando la paciente se separa de su marido, burdo cartón pintado, sus hijos se van de su lado, ella llora la separación de sus hijos que ponen en evidencia su soledad, soledad de toda una vida sin amor… Troca amor por dolor y con él, goza.

Hace un par de años le diagnostican una hernia inguinal, ella no hace tratamiento alguno, ni desea operarse, prefiere el dolor que solo calma estando en cama, ataúd precoz. Después, al poco tiempo siente dolor en el tórax, algo oscuro aparece en una Rx, pero ella no quiere enterarse.

Tórax leído a nivel significante se podría pensar como la relación entre la torá, es decir la ley y la feminidad representada por la x, pues así se escribe el cromosoma que determina el sexo femenino. También tórax es anagrama de rota, ella está rota por la ausencia de una ley, (es decir de la ley del padre), que le permita acceder al misterio de su propio cuerpo. Pero es a partir de una radiografía justamente de tórax donde su cuerpo empieza a denunciar su malestar.

En el día de su último cumpleaños, en el mes de Febrero, recibe como presente el diagnóstico de un cáncer en el útero de su madre. Dos meses después ella recibe el propio. Tiene un cáncer de pulmón, al poco tiempo hace una metástasis en cerebro y en los huesos, ¿dónde registra ella el dolor que le dificulta caminar – avanzar? Precisamente a la altura donde su propia madre tiene el cáncer.

Con todo este panorama empieza análisis en Junio de 2004. Logra reducir la metástasis cerebral, empieza a poner en palabras su dolor. Logra por 1° vez en su vida estar presente en una fiesta familiar de un modo digno, inaugurando así para ella una posibilidad. Su fantasma se revuelve y a los pocos días de esa fiesta, se interna para que le calmen el dolor y resistiéndose a tener un protagonismo distinto al que le confiere la enfermedad.

En su última sesión en esta internación en el hospital se enoja porque no se le acepta el dolo y se la conmina a la Vida. En verdad allí tenía en sus manos la chance de empezar a escribir su propia historia.

El avance de la patología orgánica se detiene. Pero la estafa es tal, que no le queda resto para apostar a la vida. En una de sus últimas sesiones dice vía fallido: ya no quiero joder más en ninguna fiesta. Y cumple con su palabra, cinco meses después del comienzo de su análisis, exactamente 10’ después de finalizado el día de cumpleaños de su madre, muere. En la última sesión ella dice: no quiero más esto. Es decir, ya no está enamorada de su enfermedad y del lugar que esta le confiere. Cuando voy a despedirme de ella, horas antes de fallecer, estando la paciente inconsciente, desde la lectura médica, le digo que respeto su decisión, y que en ese acto ella articula una verdad. Ella exhala un suspiro de alivio y agarra mi mano. Nos despedimos. Luego, ella muere, en el único instante en que queda sola. Lo suyo es un acto de amor, que pone fin al circo al que había estado sentenciada, durante toda su vida.

Pensaba en las características que tiene las células cancerígenas desde el punto de vista médico:

Replicación intrínseca
Inhibición de la actividad de genes supresores tumorales
Evasión de la apoptosis
Inmortalización
Capacidad de desarrollarse a distancia de su sitio de origen
Capacidad de evadir la vigilancia inmunológica
Desde una lectura psicoanalítica, podemos pensar que estas características ponen en evidencia ese cuerpo. Ese cuerpo habla con un grito silencioso, no está dirigido a nadie. Simplemente da cuenta de esa falsa promesa: te doy la vida eterna, a cambio tú me entregarás tu cuerpo y alma.

Las leyendas de los pueblos dan cuenta de esta farsa. Infinitas historias de vampiros que delatan lo que le ocurre a un cuerpo fuera de la ley. Es decir, estar sin vivir, muerto en vida. Esta paciente, eligió ausentarse de ese banquete.

Otra leyenda habla de seres inmortales, y dato curioso, pero no ingenuo, esta característica de inmortalidad se transmite por línea materna. Otro dato interesante es que la única manera de morir para estos seres, es perdiendo la cabeza bajo el filo de una espada. Paloma tenía metástasis cerebral, pero se atrevió a no perder la cabeza y a no ofrendarle más su vida a nadie.

Tercera parte

Cifraje: las cuentas no mienten. Dan cuenta de la verdad.

Dijimos antes que la vida de un sujeto está marcada por su historia. El peso de esa historia se muestra a través de los surcos que va dejando el tránsito por la repetición. Así como el humano está destinado a cumplir los ciclos que la naturaleza impone –nacer, crecer, reproducirse y morir- pues esto y no otra cosa pide la especie, del mismo modo en cada familia se establecen ciclos que señalan el modo de transitar por ese camino sin salida.

J. Guir en su libro Psicosomática y Cáncer señala que el desarrollo del F. P. S. se da generalmente en tres tiempos, dice: En el primero ocurre la separación brutal con un ser querido en la infancia. En un segundo, esta separación se repite en la realidad (o bien un conjunto de significantes particulares le hacen recordar al sujeto tal separación). En un tercer tiempo (que generalmente se manifiesta a menos de un año del anterior), la lesión aparece.

En el caso de esta paciente, podemos hacer el siguiente recorrido por su cifraje y por el modo en que estos tiempos del desarrollo de la patología se manifiestan. Comencemos por esto último:

1° tiempo: Su padre se va a sus 7 a., en fecha cercana a las fiestas de fin de año. Apenas unos pocos meses después del nacimiento de su hermana. El padre se va sin mediar palabra. La madre tampoco dice nada.

2° tiempo: Se separa del marido, y sus dos hijos se van a vivir cada uno por su lado. Esto ocurre a sus 48 años. Ella nace en el año ’48.

3° tiempo: 7 años después se manifiesta la enfermedad, a los 48 años de su hna.

Otros datos interesantes con respecto a su cifraje son: P. nace a los 24 años de su madre. Su hijo nace a los 24 años de P. A los 24 años de su hijo, P. se separa del marido.

Conclusión
Dice Lacan en el Seminario N° 11: Voy a hablarles de la laminilla… La laminilla es algo extra plano, que se desplaza como la ameba.. Simplemente es algo más complicado. Pero pasa por todas partes. Y como es algo -dentro de poco les diré por qué- que tiene relación con lo que el ser sexuado pierde en la sexualidad es como la ameba con respecto a los seres sexuados, inmortal. Puesto que eso sobrevive a toda división, puesto que subsiste a toda intervención escisípara. Y eso corretea.

¡Pues bien!, eso no es tranquilizador. Supongan tan sólo que eso viene a envolverles el rostro, mientras duermen tranquilamente…

Veo posibilidades de que no entremos en lucha con un ser capaz de esas propiedades. Pero no se trataría de una lucha muy cómoda. Esta laminilla, este órgano, que tiene como característica el no existir, pero que no deja de ser un órgano -podría desarrollarse más su lugar zoológico- es la libido.

Es la libido en tanto que puro instinto de vida, es decir de vida inmortal, de vida irreprimible, de vida, que no tiene necesidad de ningún órgano, de vida simplificada e indestructible. Eso es precisamente lo substraído al ser vivo desde que está sometido al ciclo de la reproducción sexuada. Y de esto son representantes, equivalentes, todas las formas que podemos enumerar del objeto a. Los objetos a no son más que sus representantes, sus figuras. El seno, como equívoco, como elemento característico de la organización mamífera, la placenta por ejemplo, representa claramente esta parte de sí mismo que el individuo pierde al nacer, y que puede servir para simbolizar el más profundo objeto perdido…

En el caso de Paloma, claramente podemos observar que no hay circulación del objeto a. Ella transitó por su sexualidad sin saber….

Sigue Lacan En el mundo del real Ich, del yo, del conocimiento, todo puede existir como ahora, incluidos ustedes y la conciencia, sin que por ellos haya, por más que se piense lo contrario, el menor sujeto. Si el sujeto es lo que yo les enseño, a saber, el sujeto determinado por el lenguaje y la palabra, eso quiere decir que el sujeto, in initio, empieza en el lugar del Otro, en tanto que surge el primer significante.

Sigo con mi interrogante del comienzo. No podríamos pensar que ese Otro, en tanto S1 es quien en primera instancia goza del sujeto, dejándolo entonces preso en la extimidad del goce?

Continúa Lacan: Ahora bien ¿Que es un significante. Desde hace mucho tiempo lo repito para no tener que articularlo de nuevo aquí. Un significante es lo que representa un sujeto ¿para quien?, no para otro sujeto, sino para otro significante. Para ilustrar este axioma, supongan que descubren en el desierto una piedra cubierta de jeroglíficos. Ni por un momento dudarán que detrás hubo un sujeto para inscribirlos. Pero creer que cada significante se dirige a ustedes, es un error, la prueba de lo cual está en que no pueden entender nada de ellos. Pero si los definirán cono significantes, por cuanto están seguros de que cada uno de estos significantes se refiere a cada uno de los otros. Y de esto es de lo que se trata en la relación del sujeto con el campo del Otro. El sujeto nace en tanto que en el campo del otro surge el significante. Pero por ese mismo hecho, eso que antes no era nada, sino sujeto por venir -se cuaja en significante….

…De este modo explico la afinidad esencial de toda pulsión con la zona de la muerte y concilio las dos caras de la pulsión -que a la vez presentificar la sexualidad en el inconsciente y representada en su esencia, la muerte. Comprendan también que, si les he hablado del inconsciente como de lo que se abre y, se debe a que su esencia radica en marcar ese tiempo por el que, al nacer con el significante, el sujeto nace dividido. El sujeto es este surgimiento que, justo antes, como sujeto, no era nada, pero que apenas aparecido se cuaja en significante.

Esta articulación significante es justamente lo que falla. En este punto , no puedo dejar de suponer al sujeto portador de un F. P. S. como un no nacido en tanto hay una falla en lo simbólico.

Epílogo

De Las enseñanzas de Don Juan, C. Castaneda.

-Qué es una vida verdadera?
-Una vida que se vive con la certeza nítida de estar viviéndola; una vida buena, fuerte

El querer saber es nuestro destino como hombres….

No se necesita gran cosa para morir, y buscar la muerte es no buscar nada…