Ella tiene un cuerpo. Es una muñeca de linda. Tiene una figura ideal. Es modelo. Ella es peinada, maquillada, vestida, hace dieta y camina al modo como corresponde. Se le indica y sale a escena. Recorre un corto trayecto y regresa. Sale para regresar. La peinan, la maquillan, la visten y vuelve a escena, la misma, para recorrer el mismo camino, para regresar. Y repite. Su andar es amachietado, desafectado, detenido en un tiempo transado entre la niña y la mujer que desea ser. Es armada y para sí queda. Inmaculada.
Escondida tras esa vestimenta. Es maniquí. Un perchero. Está sola. Ella y sus prendas. Con los movimientos pautados no hay lugar para la espontaneidad. Sólo hay felicidad en la vestidura. Es su quehacer. Termina el desfile y empieza otro. Ella repite.
Freud sostiene que, en la pubertad, la mujer tiene una intensificación de su narcisismo primitivo. Planteo que es, en ese momento de su desarrollo sexual, el que define su vocación de ser modelo, paralelando su tipo de elección narcisista del objeto de su amor, dificultándose una elección de objeto regular con hiperestimación sexual. La libido del yo vuelta sobre sí. Se ama a sí misma.
Su figura, su imagen, es modelo al cual consagrar su amor ególatra. Es el Ideal de sí marcado por los padres o sus subrogados. Adherir a permanecer en la perfección de la niñez in-vistiendo a ese Ideal para sustituir el narcisismo perdido. Veneración por el patrón (modo / a) del vestir, su armadura. La moda que dicta y demanda admiración. La voz que dicta el modo.
Ella se empobrece, aún vistiendo los mejores y más costosos modelos. Ella presenta desplazada su libido sobre el ideal y la satisfacción es proporcionada por su cumplimiento. Su ideal es demanda siempre creciente. Su megalomanía corresponde a la libido aumentada del yo en desmedro de la libido sexual. Producción de angustia ante la insatisfacción sexual.
Ama como fue amada, como muñeca de su madre. Es fetiche. Es vida de estatua. Esta vida es tu(y)a, mamá. Manequín maniquea. Mami queda. Se dice: Siempre se vuelve al primer amor.
Ella sale a escena, la pasarela, papá-asar-ella. ¿Qué fue de la ley? Ella se ama a sí misma como el varón la ama. Prenda de ese amor será un hijo, para seguir amándose, en tanto parte de su cuerpo. ¿Sale de esa escena? Desea su muñeca. A imagen y semejanza. Según la moda.